Dejaré de escribir este blog

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Eventos que me han marcado, como el acoso cibernético que viví durante la Maestría en Mercadotecnia y Publicidad en La Ibero, me han causado una enorme desconfianza. Ante la gente, ante las redes sociales, ante el uso de Internet. Ante mis capacidades como empresaria.

El hecho de que reiteradamente, durante las clases, hicieran referencia a cosas que hacía de manera privada en mi computadora personal, me ha causado una paranoia que más que ser eso es una desconfianza justificada.

Algunos ejemplos:

  • Una persona vino a mi oficina para tratar el tema de unos libros. Ese mismo día o al siguiente, otra persona me escribe por correo para ese mismo tema.
  • El profesor clasista de La Ibero que decía que quienes no podían pagar un ticket de avión en los asientos de hasta adelante eran miembros de «la perrada» me reprobó. En los últimos intercambios de correo que tuvimos, me puso (a modo de «indirecta», como las que sistemáticamente me lanzaron durante los estudios de la maestría), «programé que ese correo con las especificaciones de tu trabajo adicional se envíe mañana a la 1pm», cuando yo había estado programando para su envío posterior unos correos en mi bandeja de salida. Luego dejó de usar mi correo comercial y usó el institucional de La Ibero sin avisarme, de tal suerte que ese correo prometido nunca llegó y las especificaciones solicitadas llegaron a un correo que no reviso.
  • He notado que la publicidad de ciertas marcas me malviaja porque siento que personalizan cosas que no quisiera que personalizaran. Lo mismo con Google Drive, que me cambia sistemáticamente el color de los botones y otra serie de cosas que me parecen atípicas y me causan repulsión. Incluso revisando mis historiales de chat en Facebook con algunas personas de repente hay un gap en el que se borran años de conversaciones.

Creo que a alguna persona más extrovertida estas cosas no le molestarían, pero a mí sí. Por tanto he decidido alejarme lo más posible de aquellos lugares donde me comenzaron a acosar, empezando por redes sociales y mis dispositivos de cómputo. Por eso ya no puedo escribir este blog, al menos por el momento. Pues siento que todo lo escribo es usado en mi contra para mostrarme publicidad personalizada, sugerirme títulos de películas en plataformas de streaming o modificar las aplicaciones móviles que utilizo.

Mi universo se ha reducido a mis propios pensamientos, que no pienso seguir compartiendo para que me ataquen. Y de momento, estoy bien con eso.

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