Día Mundial del Libro

Plática en torno al Día Mundial del Libro

/
5 minutos de lectura

Sé que había dicho que dejaría de escribir este blog, pero aparentemente es un vicio difícil de controlar. Como parte de la celebración del Día Mundial del Libro di una plática en la Secretaría de Gobierno acerca de mi experiencia con la autopublicación. Agradezco a Erika Flores, Jefa de Unidad Departamental de Concertación Política por la invitación, así como a mi mamá, Claudia Aguado, por proponerme para esta actividad.

Leí este texto:

Primero quiero compartirles y contagiarles el gusto que tengo por la lectura y también, por la escritura. Desde que era niña me encantaba leer. Sentarme y sumergirme en las historias que seleccionaba al azar del librero de mi madre. Además de los libros para niños, que tenían ilustraciones, maquetas desplegables y sonidos, comencé a mostrar interés por los libros de los adultos. Los primeros que leí eran de Gabriel García Márquez, Charles Dickens, Mark Twain.

Experimenté una enorme sensación de logro cuando terminé lo que en ese entonces me parecía una lectura enorme e inacabable, Cien años de soledad, en el que los personajes se sorprendían por conocer el hielo, se elevaban al cielo por propia voluntad y los pueblos podían borrarse tras una polvareda.

Mi familia comenzó a recomendarme libros. En concreto, un tío muy querido, un día llegó a la casa y me vio leyendo una revista para adolescentes, que tenía tests para «saber si le gustas» y notas del estilo, ligeras de leer, muy adecuadas para mis intereses a esa edad. Pero a su juicio, tenía que acercarme a los grandes clásicos y dejar las revistas, así que se encargó de recomendarme lo que desde su perspectiva era merecedor de mi atención.

La lectura para mí es algo divertido y creo que debemos leer lo que nos gusta.

Además de leer los libros que mi tío me recomendaba, seguí leyendo todo cuanto se atravesaba en mi camino. La lectura para mí es algo divertido y creo que debemos leer lo que nos gusta, así sea una revista muy popular o un libro muy exquisito. En retrospectiva, puedo decir que mi acercamiento tan ingenuo a la literatura fue un enorme acierto pues a la larga me ha permitido juzgar con mi propia brújula si un texto me gusta o no.

Mi gusto por los libros era tal que cuando querían castigarme, me los escondían. Puedo equiparar la alegría de encontrarte con alguien que ha leído el mismo libro que tú con la de hacer un viaje. En un mismo viaje dos personas diferentes prestarán atención a distintas cosas y la retroalimentación nos ayuda a enriquecer nuestro panorama.

Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.

—Jorge Luis Borges

De tanto leer luego a uno le dan ganas de escribir, pues aprendes a vivir con un numen en el oído que te va narrando la realidad de manera literaria. De forma que si alguien está sentado sin hacer nada, tú lo contemplas y piensas que está mirando al infinito; o si tocas los labios de una persona, vas dibujándolos como si su boca saliera de tus dedos; o piensas que sí, tal vez hemos de morir, pero si amamos tendrá sentido, pues polvo seremos más polvo enamorado.

polvo enamorado

En 2022 cometí la osadía de escribir y autopublicar mi primer libro, Espelustrófico. En él junté cinco cuentos que escribí en distintos momentos de mi vida, uno de los cuales es mucho más grande que los demás y podría ser una novela corta.

No sé cómo enmarcaría estos cuentos, pero un amigo me ha dicho que podrían ser suspenso y alguna especie de terror pero no de la manera tradicional, un terror más cotidiano que tiene que ver con mis propios temores y creo que el de muchas mujeres.

Creo que todos tenemos una historia que contar y actualmente la tecnología nos facilita la escritura, la edición, la publicación y la distribución de nuestra obra. Escribir, además, es un ejercicio que nos ayuda a poner en orden nuestras ideas, nuestra visión del mundo en determinado momento de la historia de la humanidad, y también nuestros sentimientos. Y no porque escribamos directamente de estas cosas, sino porque estamos enmarcados por la cultura y la época en la que vivimos. Por eso leer es también un poco como viajar en el tiempo.

Para ejemplificar, volvamos a Cervantes, uno de los grandes por el cual conmemoramos hoy el Día Internacional del Libro. En El Quijote, innovó de muchas maneras, nos permite viajar a los Siglos de Oro y entender su cosmovisión.

Su libro es una sátira de la novela de caballerías, género que estaba de moda en su época, pero al hacerlo crea la novela como el género literario que conocemos hoy. Nos presenta a un hombre loco que un día decide ser caballero y salir en busca de aventuras. En su locura, ve gigantes con los que ha de combatir, en lugar de molinos de viento; se enamora de Aldonza Lorenzo, una campesina a quien él ve como una virtuosa doncella a quien llama Dulcinea del Toboso, ¿no sería que a fuerza de tratarla como tal habría una transformación en su carácter, así como Pigmalión trajo a la vida a Galatea?

Pigmalión y Galatea

Cervantes juega con la realidad, y hace metaficciones. Dentro de su obra también se encuentra el libro de El Quijote, escrito supuestamente por el historiador musulmán Cide Hamete Benengeli.

Yo a veces cuestiono la locura de su personaje. Me hace pensar si no es verdad que hay una ficción dentro de la ficción. Si esta realidad que vivimos no es más que un constructo que inventamos juntos cada día y del que queda testimonio en la literatura que creamos.

El Quijote es un gran ejemplo también de la importancia de los Derechos de Autor, que en México son protegidos por el INDAUTOR.

En agosto de 1604, Cervantes vendió los derechos de publicación de la primera parte de El Quijote al editor Francisco de Robles. Se estima que los beneficios para Cervantes fueron muy bajos para una obra de tal magnitud, pues recibió tan sólo el 10% de las ganancias de las primeras ediciones de la obra.

Quiero cerrar mi intervención este Día Mundial del Libro y los Derechos de Autor con cinco llamados a la acción:

  1. Una invitación a que leamos y compartamos lo que pensamos acerca de los libros.
  2. Que, tal vez aquí muchos ya tienen hijos, así que sin obligarlos, fomentemos el hábito de leer y que cuestionen lo que leen, para formar un pensamiento crítico.
  3. Que quitemos este feo estigma a los libros como algo erudito y aburrido, pues no lo son, hay libros para todo y para todos, sin importar cuáles sean nuestros intereses.
  4. Que sepan que si ustedes tienen una historia que contar, pueden publicar un libro y si les interesa pueden acercarse a mí para que los asesore, con base en la experiencia que tuve de autopublicar mi libro.
  5. Que ya que estamos reunidos aquí, nos compartan, ¿cuál es una lectura que nos recomendarían y por qué?

Agradezco a todos por su atención.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Lo último de Blog