La verdad detrás de Jóvenes Construyendo el Futuro

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Crítica y gobierno en turno van de la mano y es un equilibrio sano; el poder siempre debe tener contrapesos. Independientemente de la administración que actualmente lleva a cabo el presidente AMLO, y de que no estoy a favor de muchas de sus decisiones, lo confieso: accedí a uno de sus apoyos.

No, no pedí mi beca de Nini. Ni que no estudiara ni trabajara. Sino que de esta manera conseguí que un diseñador, egresado de la carrera justo al comienzo de la pandemia, viniera a trabajar en mi empresa. Durante un año, este «becario», por así llamarlo, vino cada día puntual a trabajar.

Gracias a él mejoramos el diseño de muchos materiales que ya teníamos desde antes. El día de hoy se incorpora como un miembro del equipo. Mi empresa consiguió crecer gracias a este apoyo de gobierno que muchos han dado en criticar.

Muchas de las personas a las que suelen llamar Ninis, no es que no estudien o no trabajen porque no quieran. Creo que realmente no han encontrado la manera de insertarse en el sistema y ser productivos. No creo que los complazca vivir con sus padres y que no les alcance el dinero para divertirse o hacer algo que les guste. Esta pequeña ayuda del gobierno a los empresarios, que en México somos mayoritariamente pymes, da la oportunidad de que una persona pueda formarse en una disciplina, ciencia o profesión.

Conozco a otro dueño de un negocio que no solo tomó el apoyo para una persona, sino que contrató a más gente, y actualmente su nómina es de 20 personas a quienes les paga el salario completamente. Otras empresas más grandes, como Grupo Herdez, también fueron benefactores del proyecto.

¿En qué consiste el apoyo?

Te puedes registrar como tutor o como aprendiz. Como tutor tienes que dar de alta un centro de trabajo. Después, alguien del programa lo visita para hacer fotos y preguntar por el espacio donde trabajaría el aprendiz. Una vez que verifican tu información fiscal y el espacio de trabajo, te asignan a una persona para que trabaje contigo.

El proceso es aleatorio, no se trata de una selección de personal tradicional sino que estás comprometido a trabajar con quien han seleccionado para tu centro de trabajo. Para ello, ya debiste completar en la plataforma el tipo de actividades que realiza tu empresa, y lo empatan un poco con la experiencia que el aprendiz haya tenido previamente.

Los aprendices tienen entre 18 y 29 años de edad, actualmente no estudian (como en mi caso, mi aprendiz tenía la carrera de diseño pero no lo contrataban por la pandemia) y no trabajan, con empresas, talleres, instituciones o negocios. Durante la capacitación, hasta por un año, los jóvenes reciben un apoyo mensual de $5,258.13 y un seguro médico contra enfermedades, maternidad y riesgos de trabajo.

El recurso lo recibe directamente el aprendiz. Se hacen evaluaciones mensuales, tanto del tutor como del aprendiz. Si el tutor reporta que el aprendiz ya no asiste al centro de trabajo, se corta el apoyo.

Puedo decir que estoy muy contenta con los resultados y creo que dentro de todo, este apoyo del gobierno sí resuelve una problemática, no solo la del desempleo sino la del apoyo a las pymes.

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