Empecé a ver una serie en HBO Max llamada My brilliant friend o La amiga estupenda, como le pusieron en español. El título original en italiano es L’amica geniale. Trata de la amistad de dos mujeres desde que son niñas y crecen en un barrio pobre de Nápoles. La historia comienza cuando son compañeras en la educación básica; una de ellas, Elena (Lenú, de cariño), es una alumna destacada a quien la profesora tiene en alta estima. La profesora, con gran sorpresa y orgullo, descubre de pronto que otra de las niñas de la clase, Lila, sabe leer y escribir; al indagar sobre quién pudo haberle enseñado, se dan cuenta de que la niña aprendió sola.
Ese es el comienzo de una amistad que a veces se basa en la colaboración; otras en la competencia. Ambas amigas encuentran en el estudio un camino para superar la situación de violencia en la que crecen; y también para entender el contexto histórico que viven, después de la Segunda Guerra Mundial y el fascismo. Algunos de sus amigos del barrio son comunistas y otros pertenecen a la camorra, es decir, una organización criminal italiana.
En la literatura descubren nuevas maneras de entender el amor, de relacionarse y también de comunicarse. Mientras que la mayoría de las personas que conocen en su vecindario hablan en un dialecto del italiano propio del barrio y se enfrentan a situaciones agresivas por parte de la camorra, ellas descubren un universo nuevo en los libros. Aprecian la belleza del latín. Comienzan a cuestionar el statu quo del vecindario y finalmente, logran una mejor calidad de vida.
Pero no sin lágrimas y un gran esfuerzo por delante. El contexto las jala a veces a lo que se espera de ellas: que sean esposas, que atiendan el hogar, que se dediquen exclusivamente a los hijos y se olviden de sus otras ambiciones. Una de esas ambiciones es la de ser escritoras.
Ellas piensan que si logran escribir un libro se van a volver ricas. Y cuando descubren que el padre de uno de sus compañeros de la educación básica es poeta y ha publicado un libro, esto les causa una gran emoción. Pronto descubren que los poetas no se hacen millonarios por escribir libros, y también que no siempre tienen un alma noble, pues este escritor ha roto el corazón de una viuda de su vecindario con quien mantuvo un romance a pesar de estar casado y tener dos hijos.
Respecto a su obra, que ya se ha convertido en un best seller, Elena Ferrante ha dicho que «Quería contar solo la vida de dos mujeres. Y para hacerlo era necesario que filtrara la historia en el trasfondo de sus existencias, las cosas que de un modo u otro tenían que ver con ellas. Me gustaría que el relato ayudase a contemplar en términos narrativos un pedazo de la historia de Italia».
La serie va en la tercera temporada y está disponible en HBO Max. Indagando un poco más acerca de la autora, Elena Ferrante, resulta que ha decidido permanecer en el anonimato y firmar con un pseudónimo. Me parece que es una excelente escritora pues después de ver la serie compré la saga de los libros en la que está basada, la saga se llama Dos amigas, y está conformada por cuatro libros titulados:
- La amiga estupenda
- Un mal nombre
- Las deudas del cuerpo
- La niña perdida
Me gustaría en el futuro reseñar estos libros, pero de momento apenas voy en el primero. Por lo que he visto y he alcanzado a leer, la serie es muy fiel al libro y solamente cambian algunos detalles menores. Creo que el libro da más contexto acerca del tipo de relación que tienen estas amigas y de sus preocupaciones, cosa que viendo la serie solo puedes inferir o suponer. Pero en el libro puedes leer sus pensamientos acerca de cuestiones relacionadas con el hecho de crecer.
Y es que esta novela se puede catalogar como una novela iniciática, es decir, pertenece a un género de la novela que narra la etapa de crecimiento de una persona, tal como ocurre en Demian, de Herman Hesse, o en Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño.
Me parece súperinteresante la manera como Ferrante logra capturar un momento histórico y una etapa en la vida de estas mujeres, que pasan de la niñez a la vida adulta y atraviesan fases como el comienzo de su menstruación, de empezar a gustar de los niños y de una forma de competencia entre ellas que más que ser nociva, las impulsa a ser cada vez mejores. Mejores estudiantes, mejores personas.
Otra cosa que me gustó de la historia que cuenta Ferrante es que, a diferencia de su amiga Lenú, a pesar de que a Lila sus padres le prohiben estudiar porque prefieren que se dedique a ayudar a su madre en el hogar o a su padre, el zapatero del barrio, en su zapatería, Lila no se da por vencida. Tiene una mente muy ágil y pronto logra inspirar a su hermano a tener nuevas ambiciones. Estas ambiciones se vuelven, sin embargo, desmedidas, y todo termina revirtiéndose en una mala experiencia para Lila.
Aún no conozco el final de la historia, pues solo he comenzado el primer libro y aún van a sacar nuevas temporadas de esta serie, que recomiendo mucho. Quizás en el futuro platique más acerca de los siguientes libros de la saga. Mientras tanto, si aún no la ven, busquen esta serie, los va a conmover.
(La foto de este post la tomé de la página de HBO Max)