Este libro de Stephen R. Covey, fue publicado por primera vez en 1989; desde entonces se han vendido más de 25 millones de copias en 52 idiomas. Es todo un clásico acerca de los hábitos que te ayudarán a alcanzar un alto nivel de efectividad en diversos aspectos de tu vida.
El autor sostiene que para cambiar los hábitos es necesario cambiar también tu carácter y alinear tu pensamiento con principios universales como la justicia, la honestidad y la integridad, que son paradigmas que las personas positivas comparten para entender el mundo. Los siete hábitos descritos en su libro se basan en dichos principios.
Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito.
Stephen R. Covey
1. Ser proactivo
La proactividad es nuestra capacidad para influir en el mundo, para modificar nuestra conducta y moldearla a nuestra conveniencia. Las personas reactivas, a diferencia de las proactivas, culpan a las circunstancias o a los otros por su mala suerte, se enfocan en su círculo de preocupaciones, es decir, en las cosas que no pueden cambiar. Las personas proactivas se enfocan en su círculo de influencia, asumen responsabilidad por su destino y en lugar de buscar culpables o victimizarse, se enfocan en las cosas que sí pueden cambiar, y lo hacen.
2. Comenzar las cosas con el fin en mente
Imagina que construyes una casa sin los planos diseñados previamente. Es más probable que cometas errores, que no dejes espacio suficiente para las escaleras, que la casa no quede bien y al final desperdicies recursos económicos y de tiempo. Lo mismo sucede con todas las acciones de tu vida. Es más práctico visualizar qué resultado quieres obtener y dividir en pequeñas tareas lo que requieres para conseguirlo. Esto aplica para todas las metas de tu vida.
3. Priorizar las actividades
Hay una diferencia entre ser eficiente y ser efectivo. Las personas eficientes pueden lograr grandes metas en cortos periodos de tiempo sin que realmente sean de su interés; las personas efectivas consiguen sus metas al enfocarse en lo que les interesa. Por ejemplo, una persona puede ser muy eficiente en su trabajo y ganar mucho dinero o tener fama, pero sin que esto esté necesariamente alineado con sus metas y valores personales, como quizás, pasar más tiempo con su familia. El autor insta a los lectores a priorizar sus actividades según sus propios deseos, más allá de la eficiencia; a tener y cumplir una misión personal, que tenga que ver con cómo queremos ser recordados después de morir.
4. Pensar en el ganar-ganar
A pesar de que estamos educados para competir, muchas situaciones en la vida no son una competencia. Al ser justos y pensar en el ganar-ganar, construimos relaciones a largo plazo en las que todas las personas involucradas se ven beneficiadas. El autor pone como ejemplo las negociaciones y los precios que se dan en ellas; puede que al aumentar los precios una persona gane más, pero quizás en el futuro sus clientes prefieran ir con otro proveedor. Si promueves situaciones beneficiosas para todos los involucrados, ganas la confianza de la gente y es probable que regresen contigo. Esto no solamente aplica para los negocios sino para las relaciones personales en general, puedes invertir en las emociones de los otros al cumplir las promesas que haces, disculparte cuando te equivocas y ser íntegro; así tus amigos sabrán que pueden confiar en ti y construirás relaciones sólidas a largo plazo.
5. Entender antes de ser entendido
Es necesario aprender a escuchar a las personas, no solo para darles una respuesta sino para entenderlos en realidad. Ser empático es la habilidad de ponerse en el lugar de otra persona y entenderla tanto intelectual como emocionalmente; para ello además de escuchar lo que dicen hay que saber observar, pues gran parte de la comunicación es no-verbal. Al saber escuchar a la gente será más probable que las personas estén abiertas a hacer lo mismo contigo.
6. Hacer sinergia
La sinergia consiste en que el trabajo conjunto con otras personas puede dar resultados mucho mejores que si esas mismas personas trabajan de manera aislada. Para hacer sinergia con una persona o con un equipo se debe tener la convicción de que el trabajo conjunto producirá mejores resultados. También, se debe tener la confianza suficiente en uno mismo para cuestionar nuestras propias ideas, escuchar a los otros, ponerse en su lugar y respetar lo que tienen que decir.
7. Afilar la sierra
Se refiere a llevar a cabo acciones para cuidar de tu físico, mediante el ejercicio y una buena alimentación; de tu espiritualidad, mediante la religión, la meditación o lo que prefieras según tus valores; de tu salud mental, al leer y cultivarte intelectualmente; de tu salud social y emocional, al construir y mantener relaciones sólidas con otras personas e involucrarte en proyectos. De esta forma podrás mantenerte altamente efectivo durante varios años.